A veces me siento una nena chiquita con el pensamiento que tengo. Siempre estoy intentando buscarle el lado bueno a todas las cosas, intentando sacarle una sonrisa al guapo dolor que nos rodea, y digo guapo, porque en algún momento, lo que hoy te causa dolor, ayer te genero una sonrisa de oreja a oreja. Creo que aprendí a crecer, madure, y supe entender al fin, dos cosas muy importantes: Primero, es que la vida te permite caerte, pero te obliga a levantarte para seguir adelante; y segundo, que las cosas se van, la gente se va, los sentimientos se van, las promesas se van, la vida se va... Y no hay tiempo para sufrir, solo hay tiempo para vivir y sonreír.