El corazón es como un rió necesita agua para que no tenga grietas en lo profundo de su lecho. A veces, el me habla, me dice que ya no tiene nada, que se ha marchitado como una pequeña flor sin sol, sin amor, que la falta de agua lo ha secado, y que vos no estas ayudando lo suficiente para que esto cambie. Me hace entrar en razón diciéndome que, donde hubo fuego, heridas quedan, que tengo que mirar para otro lado... Pero miré, y vi lo que pasó. Y te aseguro que no quiero, y no quise que el tiempo haya terminado,
¡ Mirá lo que quedo !
Ya no lo quiero los recuerdos que el tiempo borró .